Parte del quehacer de los Diseñadores, Arquitectos, Ingenieros dedicados a los diseños o construcciones, etc., es el de inconcientemente, habituarse a un lenguaje de tecnicismos, o a maneras de hacer sus cosas cotidianas, con los procesos del oficio mismo. Lo observo en mis colegas. Yo mismo, con mis limitaciones, no escapo al fenómeno.
Se me ha invitado a participar en esta revista del Instituto Tecnológico, y lo hago con mucho gusto. Bueno, estuve un par de horas, pensando qué escribir, qué temas tocar y hasta dónde llegar. Así que decidí, empezar por uno de esos tópicos que nos atañe a todos. Y considerando que en estos tiempos difíciles, da para la reflexión, pensé en primer lugar en el tema de la Identidad -mas no de Imagen- ante lo que nos rodea; así sea con todo y los símbolos o códigos de que echemos mano, la elegancia de la Imagen , estriba en el grado de Identidad en que seamos capaces de encontrarnos. Veamos.
El lenguaje nos identifica. Los mecanismos (o técnicas) de expresión otorgan la primera impresión ante los que nos rodean. Lamentablemente, la gran mayoría, prefieren quedarse con la “primera foto” que se imprime en su mente y frecuentemente, se cae en prejuicios y distorsiones de una “realidad” que no es; sino la impresión que se queda en la mentalidad de un individuo o sociedad ávida de novedades, por mórbidas que estas sean, es la primera impresión la que cuenta; porque ya no le queda tiempo para otra. La dispersión de la mente, motivada por la multiplicidad de cosas qué hacer, se lo impide. Vale sólo “lo que sigue”. Generalmente, esa “primera foto”, mediante la cual nos es común calificar a alguien, no pasa por la reflexión. El “homo videns” actual, consume información banal, como consumir hamburguesas. El consumidor de imágenes de este “fast info” usualmente, es el mismo consumidor empedernido del “fast food”. Y este, casi siempre traga, no se nutre, mucho menos saborea. Estandariza los sentidos, y reduce el enorme universo de sus posibilidades, a un reducto pobre de opciones, que el mercado le dice que consuma. Sea esto comida, relaciones interpersonales, artefactos, tiempo, entretenimiento y un largo etcétera. Aquí, vemos ya, una diferencia de actitud, la Imagen que queremos dar, o la que realmente damos, independientemente del interés que le tomemos. Porque al final, la imagen que nos representa, es un asunto de percepción ajena, escapa a nuestro control, estamos a merced de la escala de valores del sujeto que nos percibe, sea este un individuo reflexivo o ponderante; o sea, parte de la gran masa consumidora de ese “fast food”.
Me recuerdo charlando con un amigo; le dije: “el hábito no hace al monje”..... “pero lo identifica” me replicó instantáneamente, como litigando, Armando Castillo; hace ya como 25 años. Así pues, la identidad, es un asunto que tiene que ver más con la Autenticidad , que con la imagen. Porque la Identidad , es reflejo de la identificación; es el resultado del exquisito equilibrio entre “el ser” y “el estar”. “El hombre, es él y su circunstancia”. Ortega y Gasset (dixit). En Sociedad, la calidad de la Imagen , es un asunto de la moda de la “Imagen” y de cómo nos conducimos en el mercado de las relaciones interpersonales y culturales, y también del mercado del “estatus”. Mas sin embargo, la Identidad realmente, es un atributo de el grado de congruencia entre “el ser” y “el estar”. La Identidad , es la Imagen de la Libertad , y va mas allá de los prejuicios de la masa de los aficionados del “fast food” e incluyendo al atrevido y simpático movimiento “fashion avant-garde” con todo y su popular exponente Lady Gaga; en fin, de toda esa parafernalia de la mercadotecnia.
Se podría discutir aquí, sobre este tópico, de que si Lady Gaga se le identifica como la exponente de una Identidad irreverente a los cánones de la moda. Creo que es una talentosa, valiente y bella mujer, que expone, cual escaparate, creatividad en un sentido plástico; y cuyo fin es una diversión tan necesaria. Pero escaparate al fin, que no busca ninguna identidad, sólo se divierte, invitando a un liberalismo conceptual y escenográfico.
La “imagen” social es de ellos, se queda con ellos. Entonces, no hay de que preocuparse. Acaso en este mundo tan dinámico, vale, el ocuparse de la búsqueda constante de la Identidad , sin deslizarse por el tobogán del “valemadrismo”, sino todo lo contrario, la búsqueda es en esencia, el cultivar la virtud. Empresa nada fácil.
Por ejemplo, en Urbanismo, no podemos hablar de Imagen Urbana, si no planteamos antes la ciudad qué queremos. Porque si buscamos una imagen Urbana encerrada en estilos predeterminados y chovinistas, sólo le estaremos poniendo una máscara a la ciudad, y las máscaras forman parte de la escenografía, son efímeras, como Lady Gaga. Así, que el seguir importando estilos, solo retrazará ese encuentro con la Identidad .
Cuando lo que realmente necesitamos, es plantear nuestra casa, que es Puerto Peñasco, Peñasco, como la casa que habitamos, y el Arte de Habitar forma parte del Arte de Vivir. Y Peñasco es tarea de los habitantes de Peñasco y de sus Ingenieros, Arquitectos y todos aquellos en cuyo oficio, conocen las condiciones de su gente, del Suelo, del clima, de los materiales, etc.
Los servicios Urbanos, los prestan los servidores públicos, que frecuentemente, son o están ligados a profesionales de la Ingeniería , o Arquitectura; y para hacer frente los nuevos retos, se requiere de la renovación en los cuadros técnicos. Esta renovación es en la actualización de quienes ya están sirviendo a la ciudad, pero también, en los temas y metodologías en la formación de los nuevos Ingenieros, Arquitectos, técnicos y gestores sociales.
La actitud del estudiante en las Ingenierías, tendrá que verse despojada de las influencias del consumo masivo, para ver, con meridiana claridad los escenarios reales, sobre los que diseñará, las obras y los servicios para una sociedad mayormente mediatizada con banalidades; agresivamente egoísta y que frecuente-mente no conoce la gratitud.
El uso de la Energía alternativa con sistemas integrales o híbridos, el uso racional y re-uso del agua y de los materiales, serán la constante en el futuro próximo. Lo es ya en otros lugares y con otra gente, Puerto Peñasco tendrá que apretar el paso. Conceptos como la movilidad sustentable y el uso múltiple del suelo bajo el criterio de temporalidades; nuevas formas de conectividad y accesibilidad, veremos. Y el Ingeniero estará ahí; que mejor, de que esos Ingenieros, sean los hijos de Peñasco. Hasta pronto.
Arq. Rogelio González Ruelas
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